La cochinilla embandada es asi llamada por las dos franjas dorsales oscuras que recorren su cuerpo longitudinalmente. Estas rayas son visibles en la cutícula de la cochinilla a través de parches desnudos en la cubierta cerosa. La longitud del cuerpo de una hembra adulta es de aproximadamente 2,0 a 4,5 mm. Las características de identificación adicionales de la cochinilla enbandada son las dos colas o borlas cerosas posteriores con una longitud de la mitad que la del cuerpo de la cochinilla, la presencia de varillas cristalinas parecidas a pelos que se extienden lateralmente desde el cuerpo y la ausencia de un ovisaco (saco de huevos).
DAÑO
Las hembras de las cochinillas succionan la savia de las plantas. Su alimentación provoca atrofia, clorosis, defoliación y marchitez en los cultivos. En altas densidades puede provocar el debilitamiento de brotes. Las cochinillas secretan grandes cantidades de mielecilla, que es un sustrato para un grupo de hongos: la fumagina.
La fumagina es de color negro y puede manchar la fruta, disminuyendo los porcentajes de empaquetado, causando un retraso en el desarrollo del color de la fruta. El potencial fotosintético, especialmente de los árboles jóvenes, puede verse afectado negativamente si la cobertura de fumagina es severa. Las pérdidas económicas pueden alcanzar el 80% de la cosecha anual.
Las cochinillas son plagas fitosanitarias, por su presencia en los frutos, esto disminuye los volúmenes de fruta exportable al ser una plaga cuarentenaria en algunos mercados de exportación (EE. UU., Japón y otros) por lo que su presencia puede provocar el rechazo de la fruta y poner en riesgo estos importantes mercados en el futuro.
Existen enemigos naturales específicos para diferentes especies de cochinillas.
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